Imprimir

Entre los “ni ni”, la gran mayoría son mujeres: ellas duplican la proporción de jóvenes que no estudian ni trabajan respecto de los varones. Se encuentran en esta situación el 17,9% de las chicas y el7,7% de los chicos argentinos de entre 14 y 24 años, de acuerdo con los datos de la última Encuesta Permanente de Hogares. El destino de las “ni ni” es el trabajo doméstico: según datos de la OIT para América Latina, el 67% del total de jóvenes que no estudian ni trabajan son amas de casa.

“La doble exclusión del ámbito educativo y laboral vuelve a las mujeres jóvenes más vulnerables a permanecer en hogares pobres e indigentes y a reproducir la precariedad social de sus hogares de origen”, explica Carina Lupica, directora del Observatorio de la Maternidad. Esta exclusión convierte a las jóvenes en “ población sobrante ”, ya que permanecen al margen de las principales instituciones de integración social: la escuela y el trabajo. Para las jóvenes que son madres, esta exclusión es aún más grave. Según Lupica, algunas medidas fundamentales para revertir esta situación serían “promover la educación sexual integral entre las jóvenes y facilitar el acceso a los sistemas de salud reproductiva; garantizar su acceso a servicios de cuidado infantil gratuitos y de calidad para sus hijos; allanar la finalización de sus estudios formales, la formación en destrezas laborales y su inserción en el mundo productivo en condiciones de trabajo decente”.

www.clarin.com 03/07/14