Es un trastorno del desarrollo que se hace evidente durante los primeros 30 meses de vida, presentando diferentes grados de alteración del lenguaje y la comunicación, de las competencias sociales y la imaginación.
Adoptan un comportamiento compulsivo, repiten acciones mecánicamente y muestran un gran rechazo al contacto físico con otras personas. Se presentan con movimientos de balanceo, realizan actividades e intereses repetitivos y obsesiones por objetos o acontecimientos.
La mayoría de los autistas presentan una deficiencia mental asociada y se estima que un 70% de los niños autistas sufren algún grado de retraso mental. Las técnicas de diagnóstico por imágenes como la tomografía computada o la resonancia magnética revelan ciertas alteraciones en la estructura cerebral.
Criterios diagnósticos según el DSM-IV para el trastorno autista
• Un total de por lo menos seis ítems de 1), 2) y 3), con por lo menos dos de 1) y uno de 2) y 3)
• Impedimento cualitativo en la interacción social, manifiesto por dos o más de los siguientes criterios:
• Marcado impedimento en el uso de múltiples conductas no verbales. Tales como mirada frente a frente, expresión facial, posturas corporales y gestos para regular interacciones sociales.
• Falla para desarrollar relaciones con pares de acuerdo con el nivel del desarrollo.
• Marcado impedimento para expresar placer por la felicidad de otra gente.
• Falta de reciprocidad social o emocional.
• Impedimentos cualitativos en la comunicación, que se manifiestan a través de uno o más de los siguientes criterios:
a) Retraso o falta de desarrollo del lenguaje hablado (no acompañado por un intento de compensarlo a través de modos alternativos de comunicación, como gestos o mímica).
b) En individuos con habla adecuada, marcado impedimento en la habilidad para iniciar o mantener una conversación.
c) Uso estereotipado y repetitivo del lenguaje, o lenguaje idiosincrásico.
d) Falta de juego simbólico variado y espontáneo o de juego social imitativo apropiado para el nivel de desarrollo.
• Patrones de conducta, intereses y actividades restrictos, repetitivos y estereotipados, tal como se manifiesta a través de una o más de las siguientes características:
• Preocupación centrada en uno o más patrones estereotipados y restrictos de interés, anormal en intensidad y enfoque.
• Adherencia aparentemente compulsiva a rutinas o rituales específicos no funcionales.
• Manerismos motores estereotipados, repetitivos (por ejemplo aleteos o movimientos peculiares de manos o dedos, o movimientos complejos de todo el cuerpo).
• Preocupación persistente por partes de objetos.
• Retrasos o funcionamiento anormal en por lo menos una de las siguientes áreas, con comienzo anterior a los tres años de edad:
• Interacción social.
• Lenguaje tal como se usa en la comunicación social.
• Juego simbólico o imaginativo.
• No corresponde mejor a síndrome de Rett o a trastorno desintegrativo de la niñez.
Vea también
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