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Elegir la colonia es una decisión que desvela casi tanto como encontrar el mejor colegio. A la lista de preocupaciones de cualquier papá se agregan el peligro potencial de la pileta, el sol y las actividades al aire libre. “La confianza es lo más importante. Hay que buscar referencias, preguntar si los que van a estar con los chicos son profesores de gimnasia recibidos y en lo posible elegir un lugar con trayectoria”, dice Miguel Bidegain, director de la colonia del Banco Provincia, en Vicente López.

 

Si el lugar no tiene mucha antigüedad. lo ideal es consultar foros de padres o preguntarle a mamás que ya hayan mandado a sus chicos. También fijarse si está vinculada a una institución reconocida.

“Siempre es bueno meterse en el club, mirar el estado de los baños y chequear que haya un responsable adulto acompañándolos en los vestuarios”, aconseja Adriana López, psicóloga del centro de terapia infantil Momento Cero. La cantidad de chicos también es importante. Los especialistas recomiendan que no haya más de 22 por grupo y que siempre tengan dos profes a cargo. “Cuanto más chiquitos más cuidados necesitan”, agrega López. Muchas colonias aceptan nenes desde los dos años. En ese caso los grupos no deberían superar los 16 nenes y lo ideal que una de los encargadas sea maestra jardinera.

El cuidado en la pileta es otro básico. Hay que preguntar cuántos guardavidas hay, además de los profes. Si sólo están a cargo de la colonia o si además deben vigilar a otros socios del club. También hay que asegurarse de que haya un médico em el horario de la colonia y que la lugar tenga un servicio de emergencias contratado. Cada nene debe tener un seguro incluido en la cuota que pagan sus papás.

Por otra parte, hay una serie de recomendaciones médicas básicas cuando los chicos están al aire libre. “La actividad física debe adaptarse a la edad, a la condición física y al estado nutricional del niño”, advierte Luis Pedevilla, pediatra de Staff Médico. “Los menores de 9 años deberían acompañar los juegos con movimientos de aprendizaje corporal, sin búsqueda de competencias o entrenamientos excesivos”, agrega. Siempre deben usar protector solar e hidratarse.

Para López la única manera de saber si estamos tomando la decisión correcta es prestarle atención a los chicos. “Ver si están demasiado cansados, si piden no ir. Y en ese caso hablar con ellos y con los responsables del grupo. Hay que darles tiempo porque es una adaptación muy parecida a la que requieren cuando entran a la escuela”, apunta.

www.clarin.com  23/12/13