Las vacaciones son un período de descanso, pero también una oportunidad para seguir aprendiendo.

El despertador ya no suena tan temprano; el desayuno se vuelve un momento apacible y no una carrera atragantada para salir corriendo a la escuela; a la tarde no hay que estudiar... La rutina de los chicos cambia en vacaciones. Pero para que el tiempo libre no se vuelva “tiempo muerto”, los padres tienen el desafío de proponerles a sus hijos oportunidades de aprendizaje que enriquezcan su universo cultural y sus capacidades.

En estos meses sin horarios ni guardapolvo, la escuela cede espacio al “ aprendizaje informal ”: el que se da de modo espontáneo, a través de la experiencia. Tiene que ver con los hábitos de los chicos, desde mirar tele hasta navegar en Internet. Las nuevas tecnologíashan multiplicado estas oportunidades de aprendizaje, porque facilitan el acceso a la información en cualquier momento y lugar.

Es lo que Nicholas Burbules, especialista en educación y tecnología, denomina elaprendizaje ubicuo: “Es un aprendizaje en cualquier momento, en cualquier lugar. Gracias a Internet, podés acceder al conocimiento en cualquier momento. Las oportunidades de aprendizaje están a mano todo el tiempo: en la escuela, en el bar, en casa”.

Si bien el descanso es fundamental, existe el riesgo de que las vacaciones se vuelvan una larga temporada en el sillón o frente a la pantalla. Mariana Vázquez, maestra de primaria y profesora de Plástica en el Colegio San Fernando de Hurlingham, señala: “El tiempo libre es tiempo a nuestra disposición que podemos utilizar adecuadamente o malgastar. Cuando utilizamos el tiempo libre de forma creativa, desarrollando capacidades, favoreciendo el equilibrio personal y enriqueciendo nuestra experiencia, estamos llenando de contenido nuestra vida y dando al tiempo libre una dimensión de enriquecimiento personal”.

El psicólogo Jesús Alonso Tapia sostiene que el desafío para los padres es enriquecer el entorno de los chicos con libros, salidas, juegos, etcétera. Pero advierte que lo más importante es que los adultos den el ejemplo: “Una gran parte de lo que aprendemos, lo aprendemos por imitación. Por esta razón, por ejemplo, no se puede pretender ejercer una influencia favorable en el interés de los hijos por la lectura, para que lean en vez de ver la televisión, si los padres hacen lo contrario ”, explica.

Las actividades al aire libre, los deportes de grupo y las oportunidades de estar en contacto con la naturaleza también aparecen entre las mejores opciones para estos meses. Mariana concluye: “Como padres debemos orientar el ocio de nuestros hijoscon propuestas variadas y atractivas que puedan favorecer el disfrute adecuado del tiempo, estimular la imaginación y la fantasía, potenciar actividades manuales y físicas y favorecer la capacidad de creación”.

www.clarin.com  19/12/13

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