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Es una colonia de vacaciones diferente, para que los niños se zambullan, no en una pileta, sino en un mundo de pinceles, música, cerámica, literatura, danzas y malabares.

Así es la propuesta de la escuela integral de arte para niños de entre 3 y 12 años de la Fundación Esteban Lisa . "La idea es crear, jugar y desarrollarse a través de distintas disciplinas creativas, desde una concepción integral y abarcadora del arte", explica la coordinadora del programa educativo de arte para chicos de la fundación, Vali Guidalevich. Y se explaya: "Es una modalidad de taller que rompe con la enseñanza formal de la escuela: acá los lenguajes se integran, se combinan".

En una de las aulas, un grupo de niños de los más pequeños está en el taller de juegos teatrales. El disparador es Enredados. Una de las docentes invita, primero a enredarse el cuerpo, entonces los niños cruzan sus piernas y sus brazos y crean formas nuevas de pie, sentados, acostados; luego, los invita a enredarse con el compañero: ellos toman elásticos y se enlazan, se llevan de paseo unos a otros, se acercan y se alejan todo lo que pueden; al final, juegan a enredar el espacio: cada uno con un ovillo de tela que llaman totoras enlaza distintos objetos del lugar -sillas, barras de danza, manijas de puertas y ventanas- y, de pronto, lo que fuera un salón despojado es una gran telaraña multicolor.

En la sala del lado, otro grupo de pequeños trabaja con cerámica y yeso. Más tarde, intercambiarán actividades y salas para que todos exploren las diferentes formas del arte.

Una de las docentes del lugar, la profesora de artes y visuales Yanina Fisher sale unos minutos del aula. Comenta que el objetivo es que los chicos jueguen, se diviertan y aprendan de ese modo. Para esto cree que es importante el movimiento, la exploración personal y grupal de los niños. "Los chicos exploran diferentes materiales, descubren ritmos y movimientos, inventan espacios nuevos", dice.

www.lanacion.com.ar 02/02/11