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1 de cada 10 argentinos sufre este trastorno que compromete la lectoescritura; el rol de los padres y de la escuela acompañado de un diagnóstico a tiempo es fundamental para salir adelante

Un retraso en la tarea de aprender a leer y a escribir, dificultades en el traspaso de la decodificación visual a la verbal y de ésta a la escrita, la secuenciación y percepción de orden son algunas de las características más comunes de las personas que tienen Dislexia. Un Trastorno que afecta a 1 de cada 10 argentinos y que, actualmente, cuenta con una ley aprobada por el Congreso de la Nación, que garantiza el derecho de esos chicos y adolescentes a la educación, el acceso al diagnóstico y el tratamiento oportuno contra este padecimiento que no está catalogado como una enfermedad o discapacidad.

Al respecto, el Dr. Claudio Waisburg, Neuropediatra y Director de Instituto Neuropediátrico SOMA, revela algunas de las características más comunes de este diagnóstico, tratamientos y el rol de los padres para ayudar los hijos:

Algunos consejos

-Pertenece al grupo de las Dificultades Especificas del Aprendizaje (DEA).

-Es un Trastorno Neurobiológico o una dificultad especifica en el aprendizaje de la lectoescritura.

-El diagnóstico se hace a través de una evaluación neurolingüística y neurocognitiva.

-No está relacionada al nivel de inteligencia de una persona, de hecho, las personas que sufren Dislexia generalmente tienen un nivel intelectual elevado. Afecta principalmente a la lectoescritura y, además, existen distintos niveles de afectación. Todos los diagnósticos dentro de un mismo cuadro son distintos.

- Una persona puede tener Dislexia toda su vida, pero la diferencia de la intervención versus la no intervención está en la compensación del diagnóstico.

-Es muy importante la ayuda de los profesores adentro del aula. Una persona que tiene Dislexia y tiene que leer un texto o una pregunta para luego contestar una respuesta que probablemente sepa, pero cuando lee mal la pregunta no puede contestar la respuesta.

-Es importante no exponer a alguien que se sepa que tiene una dificultad. A veces, con el tiempo esa traba se logra superar. La clave está en llevar adelante pequeñas modificaciones que al alumno lo van a ayudar notoriamente para satisfacer las necesidades escolares: al momento de la lectura darle más tiempo y llevar adelante ciertas técnicas para poder comprender el texto.

-Las escuelas deben concientizarse sobre las estrategias para ayudar a chicos que con una ayuda andan bien en clase. En la actualidad, existe un nivel de preocupación mayor por parte de las autoridades y por parte de los docentes mismos para entender mejor en como poder ayudar a los alumnos.

-Hay que entender que los chicos aprenden con la motivación. Un chico desmotivado aprende menos o no aprende. Los padres generalmente se preocupan por la edad en la que empezaron a caminar, a hablar, etc. Sin embargo, la lectura viene por otro camino. Hay que generar espacios de motivación para poder poner en práctica. La lectura conjunta es muy importante llevarla a cabo.

Romina Salusso

www.lanacion.com.ar 08/11/16