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La cámara se acerca hasta mostrar unos grandes ojos negros en primer plano. Develan angustia, desasosiego y ansiedad. Es la mirada de Nicolás, que escucha la clase desde el fondo del aula. Estudia en la Escuela N° 785 de Chaco; está en quinto grado y repitió el curso.

Su imagen formó parte de la presentación del cuarto informe anual del proyecto Escuelas del Bicentenario, que combate en seis provincias el flagelo de la repitencia y logró reducirlo en un 75% en 20 escuelas. El proyecto fue creado hace más de cuatro años con el objetivo de elevar la calidad educativa en las escuelas primarias públicas, y articula el trabajo del sector privado y el público en un modelo preventivo, que busca que niños en situación de vulnerabilidad no sean excluidos del sistema. Pone el foco en el desarrollo de las principales áreas académicas -lengua, matemática y ciencias naturales-, la formación docente y la gestión institucional.

"Está comprobado que un chico que repite en primaria abandonará en el nivel medio y que la repitencia es una pésima estrategia didáctica. No creemos en una escuela guardería, pero sí en que todos los chicos pueden aprender", explicó a La Nacion Silvina Gvirtz, de la Coordinación General del Proyecto Escuelas del Bicentenario.

El proyecto, que articula el esfuerzo de la sociedad civil, el Estado y el sector privado, tiene sede en el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE/Unesco). Participan la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés, una veintena de organizaciones civiles -entre ellas la Fundación La Nacion-, y numerosas empresas y organismos oficiales, entre los que se cuentan el Ministerio de Educación Nacional, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), ministerios provinciales, diversas municipalidades e institutos de formación docente.

En la actualidad, el proyecto se implementa en 242 escuelas de seis distritos del país: Buenos Aires, Chaco, Córdoba, Corrientes, Santa Cruz y Tucumán. Abarca a una población de 128.000 alumnos y 4000 docentes y directivos. Con resultados más que alentadores, el monitoreo muestra que en las escuelas que comenzaron con el programa hace cuatro años la repitencia ha descendido un 75% y en las que se implementa hace un año, el 50%.

Además, la calidad académica de los alumnos muestra mejoras ostensibles en todas las escuelas participantes. Niños de cuarto grado que en 2007 tenían el 42% de respuestas correctas en lengua a fines de 2010 logran el 70%. En sexto grado, en 2007 los alumnos lograron el 26% de respuestas correctas y en 2010 llegan al 55%; un aumento del 112%.

Así, los niños que eran repetidores potenciales ahora son asistidos por sus profesores, que trabajan a partir de lo que el niño incorporó y no se concentran en lo que aún le falta aprender. La entrega de 350.000 libros y cientos de otros materiales son fundamentales para asistir al docente, que a su vez se capacita al recibir nuevas técnicas de enseñanza.

En 2011 se incorporaron un centenar de escuelas y para 2012 la meta es llegar a 1000 instituciones educativas de la provincia de Buenos Aires.

"Incluir es enseñar. No se produce inclusión si el chico está dentro, pero abandonó el aprendizaje o si obtiene una calidad educativa que lo va a excluir cuando salga del colegio", dijo Mario Oporto, director general de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires.

www.lanacion.com.ar 15/04/11