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Las organizaciones piden que el Estado les dé las herramientas necesarias

Padres y especialistas coinciden en que la falta de capacitación docente es una de las principales barreras para la inclusión de estos niños en la escuela. "No existe formación: les reclamamos que atiendan las necesidades de nuestros hijos, pero no tienen idea de qué se tratan las ACI", subraya Laura Diz, vocera de Padres Embajadores ACI.

Héctor Roldán, fundador de CreaIdea, coincide: "Los maestros no están informados porque nadie los capacita. Eso es lo básico en lo que habría que trabajar: no sólo que conozcan de la temática, sino que tengan herramientas para saber cómo tratarla".

Los niños con ACI llegan a la escuela con un gran caudal de información que aprenden por su curiosidad, capacidad de preguntar y asociar. Este desarrollo intelectual no coincide con su edad cronológica.

Mariela Panzaeri -directora del Centro para el Desarrollo del Alto Potencial- agrega: "Necesitamos que se entienda que estos nenes no son producto de la sobreestimulación parental, como a veces se piensa, sino que sus capacidades se vinculan con una conformación cerebral particular".

Diz cuenta que su hijo mayor fue diagnosticado con altas capacidades a raíz de su mala conducta en el aula. El problema era que se aburría.

Estrategias en el aula

Si bien cada chico es único y sus necesidades también, existen tres estrategias que se usan mundialmente durante su escolarización: la aceleración (saltarlos de grado, para lo cual no debe tenerse en cuenta sólo su desarrollo intelectual, sino también la madurez emocional); la agrupación (el unir a niños con los mismos intereses, más allá de la edad), y la adaptación o enriquecimiento curricular. "La agrupación hoy prácticamente no se utiliza en Argentina; para la adaptación curricular hay bastante resistencia por parte de las escuelas y si bien últimamente hubo varios casos de aceleración, a veces el mismo no va de la mano del acompañamiento necesario", resume Diz.

Panzaeri subraya que una de las consecuencias graves que trae en estos niños el que no se atienda sus necesidades, es que no desarrollan hábitos de estudio, trabajo o perseverancia. Ante la ausencia de desafíos, se fastidian porque ya aprendieron todo. "Como todo les resulta fácil, no hacen una construcción de la frustración. Así se ve a adultos que son mentes brillantes, pero cuando llegan a la facultad, fracasan. Tener ACI no es una garantía de éxito: hay que trabajarlas para que sean niños felices y adultos plenos."

www.lanacion.com.ar  02/01/17