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Señor Sinay

Enfrenté viajes de egresados por mis dos hijos adolescentes. Busqué apoyo entre los padres para salir del círculo de las empresas que ponen el eje del viaje en la noche. Leí que estos viajes son un rito de iniciación que el joven debe pasar para entrar en el mundo adulto. Creo que es así, pero me negué a ser un corderito obediente al estar en juego mis hijos y mis ideales. Ellos no me defraudaron, pero fue una lucha con sabor amargo. Todavía me queda una hija de diez y estoy bastante cansada.
Patricia Espoz

RE: El viaje iniciático, tema de leyendas en todas las culturas, narra travesías extraordinarias y peligrosas, que el protagonista debe sortear. Alude al abandono del vientre materno para salir al mundo y completar los ciclos existenciales. En Las etapas críticas de la vida, el médico alemán Rüdiger Dahlke ve a la vida como un mandala, un dibujo circular en el que todos los puntos remiten al centro. La existencia parte de un núcleo, el óvulo fecundado, y se cierra tras viajar por todos los puntos. Las culturas que lo comprenden crean rituales con contenido y sentido.

Olvidado ese sentido, no hay ritos de pasaje que anuncien el final de una edad y el comienzo de otra, las transformaciones del cuerpo y de la mente. Los viajes de egresados muestran cómo nuestra cultura olvida hoy esas nociones. No cierran capítulos de maduración biológica, emocional y cognitiva, no anuncian la aproximación a una vida autónoma. No hay guía de adultos atentos, amorosos y firmes, habilitadores confiables de nuevas experiencias. Faltan baqueanos con adultez madurada y asumida que lideren la marcha por la huella de la vida. Estos viajes sólo repiten la misma borrachera de siempre extendida a una semana o diez días y muestran la cotidiana orfandad de modelos trasladada a mil kilómetros de distancia. Hay muchos padres preocupados, como nuestra amiga Patricia, pero parecen más los que egresan antes de tiempo de sus responsabilidades. Y los jóvenes viajeros quedan así, a la deriva. Es necesario que esos adultos despierten y sean los cartógrafos de sus hijos.

 

www.lanacion.com.ar 09/10/11