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Jarras con jugos, platos con galletitas, bolsas con caramelos y, en el centro, canastas con libros. Fue un auténtico picnic en medio de la plaza San Martín, que ayer por la tarde tuvo como protagonistas privilegiados la llegada de la primavera y la lectura.

Se trató de una propuesta de la Alianza de Editores Independientes de la Argentina (Edinar), que convocó al público con el objetivo de proponer el 21 de septiembre como el Día de la Bibliodiversidad , lo cual ayer se materializó en el conjunto de títulos que eligieron las 30 editoriales que integran la alianza y en aquellos que acercaron quienes se sumaron al picnic.

"Propusimos la suelta de libros como una acción concreta. Dejar el libro en algún lugar público para que otro lo encuentre, lo lea, y circulen las ideas", contó a La Nacion Daniela Allerbon, vicepresidenta de Edinar.

Ana Clara Schulman se había enterado ayer por la mañana de la propuesta, a través de la radio, y no dudó en participar. "Traje mi libro Relato de un náufrago, de García Márquez, y lo dejé en un banco de la plaza con una dedicatoria", comentó la joven mientras observaba, sentada desde su lugar en el picnic, si alguien se lo llevaba. Su amiga Mercedes de Nicolás había elegido de su biblioteca El alquimista, de Paulo Coelho, y lo había dejado en un árbol de la plaza con el deseo de que alguien lo encontrara y se lo llevara para leerlo.

Amor por la literatura

"Nosotras amamos la literatura." Fue la expresión contundente y alegre de Sofía Castillón, de 20 años, quien no dudó un instante en sumarse a la iniciativa, junto con su amiga Olivia Meneses. "Dejar tu libro es como dejar un pedazo de tu historia", expresó Sofía.

Sentados sobre el mantel y rodeados de cosas ricas y de libros estaban dos pequeños de 3 y 6 años. Un rato antes estaban atravesando la plaza con su mamá, luego de salir del colegio, cuando se encontraron con el picnic de la lectura. Los pequeños se sentaron cómodamente y se tomaron todo el tiempo para mirar libros.

Mientras tanto, una "susurradora" con un tubo colorido en la mano ofrecía palabras de distintos libros a los transeúntes y luego les entregaba un papel con los textos recitados.

El picnic de la lectura por la bibliodiversidad se realizó ayer también en otros diez países de América latina, en las ciudades de Santiago de Chile, Lima, Montevideo y México DF, entre otras. La idea es elevar la nominación, de carácter universal, a la Unesco. La elección del 21 de septiembre como fecha simbólica de la diversidad aplicada al mundo del libro se relaciona con que la fecha evoca la variedad, el contraste de colores, la transición, lo nuevo.

"Queremos que haya más libros de más autores. La concentración editorial, por el contrario, tiende a editar menos títulos. Para nosotros la edición es un aporte a la cultura", dijo Schulman.

A las 18, cuando finalizó el picnic, los editores de Edinar y el público fueron dejando libros por toda la plaza con la esperanza de multiplicar las lecturas y de que cada título coseche la mayor cantidad de lecturas posibles.

www.lanacion.com.ar 22/09/10