Es la ciencia de las actividades mentales superiores en sus relaciones con las estructuras cerebrales que las sustentan (relación conducta-cerebro).

La neuropsicología es una ciencia interdisciplinaria con la que se relacionan neurología, neuroanatomía, neurofisiología, psicología, lingüística, etc. Podemos distinguir entre neuropsicología animal y humana y dentro de esta última, entre neuropsicología del adulto y neuropsicología del niño (neuropsicología del desarrollo).

La metodología de investigación consiste primordialmente en determinar qué cambios se producen en la conducta como consecuencia de un cambio introducido en las estructuras y/o funciones cerebrales.

Luria denomina sistema funcional al patrón específico de áreas que cooperan en la ejecución de una determinada conducta. Cada área participa en sistemas funcionales diversos. Cuando un área cerebral resulta lesionada, todos los sistemas funcionales en los que participa esa área van a resultar perturbados, pero la perturbación de la conducta dependiente de cada uno de ellos será diferente en función de la contribución específica de esa área al sistema funcional y de la disponibilidad de sistemas funcionales alternativos capaces de reemplazar al sistema afectado.

Por otra parte, la teoría acerca de la organización en gradiente de cada área funcional cerebral, con una zona de importancia crítica o "foco" del área y un "campo", explicaría la gravedad de las consecuencias de lesiones muy pequeñas que afectan al "foco" y las consecuencias más atenuadas de lesiones más extensas que atañen al campo.

Tanto la teoría de los sistemas funcionales complejos de Luria como la teoría del gradiente de localización deben ser matizadas por las nociones de equilibrio entre la activación y la inhibición y de autorregulación cerebral.

La neuropsicología no se ocupa sólo del estudio de individuos cuyo cerebro está estructural o funcionalmente perturbado sino que también se dirige al estudio de los diferentes modelos de representación cerebral de los procesos psíquicos superiores, y más concretamente, de los diversos patrones de colaboración de las diferentes áreas cerebrales en cada secuencia del procesamiento de la información y de la posibilidad de modificación de esos patrones.

La meta de la evaluación neuropsicológica se va a deslizar desde la detección, localización y caracterización de las lesiones cerebrales hacia la determinación y descripción de las funciones preservadas y de las funciones deterioradas en vistas a la planificación de un programa de intervención y a la valoración de esas intervenciones.

Cada vez se va tomando más conciencia de la necesidad de conocer-antes de establecer cualquier tratamiento-la relación entre las desadaptaciones comportamentales y el estado estructural y funcional de cada individuo.

La evaluación neuropsicológica demuestra su utilidad no solamente en un servicio de neurología o neurocirugía, sino también en la práctica psicopatológica y psicopedagógica como parte necesaria del diagnóstico clínico.

 

Fuente: "Neuropediatría, neuropsicología y aprendizaje" Jaime Tallis-Ana María Soprano

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