La ONG "Un mundo ideal para los niños" busca contener a chicos en situación vulnerable más allá del horario escolar
Un día de 1996, Víctor, un niño de ocho años, se acercó al quiosco de Herminia, en La Paternal, para comprar una cerveza. "Ni siquiera podía andar en bicicleta porque le quedaba grande", recuerda esta mujer con alma de guerrera, que por supuesto se negó a vendérsela. El chico volvió al otro día, pero con un pedido completamente diferente: quería un lugar en donde tomar la merienda y que lo ayudaran con los problemas que tenía en la escuela.
La súplica en los ojos de Víctor tocó el alma de Herminia, que sintió que tenía que hacer algo por los niños de su comunidad. Empezó acompañando a este niño en sus necesidades. Aunque Víctor empezó a mejorar, la mala influencia de su casa fue más fuerte. No pudo escaparle al delito y terminó en un instituto de menores a los diez años.
"Toda esta situación me generó una impotencia enorme y fue una llamada para empezar a hacer algo más, con una visión a largo plazo. El hermanito de Víctor iba al colegio Neuquén y se pusieron en contacto conmigo. De a poco fue surgiendo la idea de armar un espacio de contención después de clases. Si bien no podemos solucionar los problemas que tienen en el hogar, sí podemos darles un lugar de amor y recreación en donde mostrarles que existe otra realidad y otra manera de vincularse", explica Herminia, quien cedió el comedor, el garaje y el patio de su casa para fundar la ONG El Mundo Ideal de los Niños, en donde les brinda merienda y talleres de todo tipo.
En el cartel que cuelga de la puerta ubicada en medio de talleres y negocios de repuestos de autos, en La Paternal, se lee la frase: "Un espacio para compartir, crecer, conocer, pensar, reír y sentir".
Allí concurren niños de ocho a doce años, de lunes a viernes, a tomar la leche, con pan con manteca. También para participar de actividades como fotografía, pintura, juegos didácticos, apoyo escolar, carpintería, música y diseño de ropa.
"Los padres trabajan todo el día y entonces prefieren mandarlos acá después del colegio para que no estén jugando en la computadora o en la calle. Algunos son chicos de la calle, pero no todos son carenciados", agrega Herminia, que atiende a todos como si fueran de su familia.
En este momento, están poniendo el foco en los adolescentes que ya superan la edad para participar de las actividades de la ONG, y por eso están con el proyecto de abrir un hogar convivencial para chicos a partir de 13 años. "Estamos buscando un lugar en comodato para poder albergar a los chicos que no tienen dónde vivir. Ellos lo piden porque necesitan un espacio de contención. En su mayoría son chicos que están lidiando con problemas como el alcohol, la violencia, las adicciones y la delincuencia", agrega Herminia, que mantiene las actividades de la entidad con los escasos recursos que genera el quiosco y con los aportes de los miembros del consejo directivo.
Preocupada por el presente de los chicos a los que asiste, Herminia sostiene que "no tienen más expectativa que lo que ven. No tienen ganas de vivir, viven el momento y no piensan en lo que quieren ser. Mis hijos integran una sociedad de la que aprenden y siguen el ejemplo, entonces yo tengo que hacer lo posible por mejorar esa sociedad de la que todos somos parte", agrega.
Herminia reconoce que la cuestión económica es la más difícil de afrontar y la que ha generado que varios hogares y centros de día cerraran. "Estuvimos por bajar los brazos varias veces, pero seguimos adelante porque nos interesan los chicos y queremos ayudarlos a tener un futuro mejor. La gente del barrio nos dona lo que puede porque ven la obra que hacemos. Pero se nota que este año va a ser bastante duro, así que vamos a tener que retomar el sistema de darles viandas a los chicos más necesitados para que lleven a sus casas para la cena", agrega, y para eso solicita la donación de harina, azúcar, fideos y arroz.
Además, necesitan hojas usadas para reciclar o pintar del otro lado, sillas, pintura para interior, juegos de mesa, hilos, reglas grandes, platos, ollas y vasos de plástico.
Las personas interesadas en colaborar pueden comunicarse a los siguientes teléfonos: 4585-0263/6302. www.lanacion.com.ar 17/02/14