El titular de la Sedronar asegura que quieren apostar con fuerza a la prevención
Roberto Moro, el titular de la Sedronar, expresa su preocupación frente a las cada vez más bajas edades de inicio de los chicos en el consumo de paco. A su vez, plantea el desafío de hacer un abordaje territorial y la necesidad de aumentar las políticas de prevención.
-¿A qué edad están empezando a consumir los chicos en la Argentina?
-Encuestas anteriores a 2008 dicen que la edad de comienzo de consumo de drogas era a los 13 años. Pero sabemos que hoy en día los chicos de 10, 11 años ya están consumiendo. Los datos que tenemos no son buenos porque el Observatorio Argentino de Drogas dejó de funcionar en 2009. En esta gestión lo volvimos a habilitar porque es necesaria la información para tomar decisiones. Por eso en octubre vamos a hacer el Estudio Nacional de Consumo en Población General, con lo cual a fin de año vamos a tener buena información.
-¿Cuáles son los factores que llevan a un consumo tan temprano de sustancias?
-En determinados lugares el consumo se da a edades más tempranas por la disponibilidad de la sustancia: si uno nace en lugar específico, tiene más probabilidad de consumir. Pero en esta gestión no hablamos tanto de la sustancia, sino del sujeto y del contexto que condiciona su respuesta. Entran en juego los conflictos familiares, estar en situación de calle. Cuando el chico no tiene afecto desde la cuna, lo va a buscar en otro lado hasta que lo encuentre. Y a veces ese afecto aparece en la figura del transa o de vínculos que conducen al consumo. Es lo que encontraron o lo que la sociedad les supo dar.
-¿Cómo hace la Sedronar para llegar a esos menores?
-Hoy estamos en muchas villas a través de los Centros de Contención y Orientación (Cedecor), que son lugares de referencia descentralizados para trabajar en los barrios. Hay muchas organizaciones sociales que ya estaban trabajando muy bien en las villas y articulamos con ellas para ampliar su presupuesto y discutir política pública. Junto con los recursos que ya tiene la villa tratamos de llegar al chico y de brindarle un espacio más saludable. Ocurre que cuando el menor es traído por la policía, la Justicia o la familia y se sienta frente al psicólogo, no dice una palabra. Por eso nosotros primero generamos el vínculo que es necesario para llegar a un posible tratamiento: cuando ese mismo chico juega a la pelota o asiste a un taller, empieza a poner en palabras lo que no puede en otro lugar. Ya no queremos quedarnos esperando a que lleguen, sino que queremos salir al territorio y a las provincias para buscarlos.
-¿Qué trabajos se están haciendo para prevenir el consumo?
-Con el presidente Macri tenemos un sueño, que le decimos el 70-30. Hoy el 70% del presupuesto de la Sedronar se gasta en asistencia, y nosotros queremos darlo vuelta y destinar el 30% para asistir y el 70% para prevenir. Entendemos que es un objetivo que va a llevar tiempo, pero sirve para dar los pasos necesarios. Estamos desarrollando programas preventivo-educativos dentro de las aulas que se van a implementar en Jujuy y Neuquén. También empezamos a trabajar en 75 clubes porque entendemos la importancia del deporte, y en las villas funciona muy bien lo que es el arte y la música. Empezamos a trabajar con la Secretaría de Niñez de Nación para generar una mesa en las provincias y que trabajen juntas las áreas de drogas y las de niñez. Porque la realidad es que la edad de inicio de consumo de drogas viene descendiendo.
-Más allá de la prevención y la asistencia hay que combatir la disponibilidad de la sustancia, ¿no?
-Exacto. Tenemos que hacer algo tomando las dos patas de la droga, tanto la oferta como la demanda, haciendo una fuerte lucha contra el narcotráfico y generando accesibilidad en los servicios. Creemos que la Argentina tiene que tener un plan nacional de drogas que dure más de un gobierno para darle posibilidad a la gestión siguiente de que siga con lo que está bien y corrija lo necesario. Del gobierno anterior hay cosas que estaban bien y las estamos reafirmando, y otras que queremos cambiar. Hay que trabajar en los lugares vulnerables sin dejar de ver que la droga está en todos los estratos sociales, no solamente en las villas.
www.lanacion.com.ar 11/08/16